Aunque los deportistas profesionales y los recreacionales no enfrentan los mismos desafíos, las lecciones extraídas de tratar con lesiones en deportistas profesionales pueden ser aplicadas adaptándose al contexto amateur.
La constancia en la rehabilitación, la adherencia a los planes de entrenamiento y la comunicación abierta con los profesionales de la salud son prácticas cruciales. Aunque es posible que no cuentes con los recursos de un equipo de élite, lee con atención, porque te contamos cómo puedes beneficiarte al incorporar la mentalidad del profesional en tu rutina de recuperación.
Introducción
Las lesiones deportivas son un obstáculo común en la vida de cualquier deportista, también para aquellos que practican ejercicio como hobby o de forma recreativa.
Si quieres superar este desafío de forma segura y efectiva, y regresar más fuerte que nunca a la práctica de tu deporte favorito, es clave contar con un plan que te conduzca a una recuperación bien planificada y ejecutada.
1. La importancia de tener un plan de tratamiento
Un plan de tratamiento estructurado es la columna vertebral de una recuperación exitosa.
Este plan, diseñado en fases, garantiza una progresión ordenada y adaptada a las necesidades específicas de tu lesión. Colaborar con un equipo de profesionales, como fisioterapeutas, readaptadores físicos y preparadores físicos, te guía hacia la dirección adecuada.
Cada fase del plan se enfoca en metas específicas, desde la rehabilitación inicial hasta la vuelta al rendimiento. Ponerte en manos de expertos te proporciona la orientación y el conocimiento necesarios para superar cada etapa con éxito.
2. El reposo no es la solución
Aunque en ocasiones es necesario, el reposo a menudo no suele ser recomendable. El inmovilismo total puede tener consecuencias negativas. La pérdida de masa muscular, la rigidez articular y la disminución de la resistencia cardiovascular son riesgos asociados con la inactividad prolongada.
Sin embargo, si resulta esencial adaptar el tipo, el volumen y la intensidad de actividad para permitir la recuperación del tejido lesionado. En lugar de quedarte inmóvil, considera alternativas activas, adaptando la actividad a tu situación actual, y práctica actividades que fomenten y mejoren el proceso de recuperación, y traten de contener en la mayor medida la pérdida de la condición física general.
Consulta a un profesional de la salud, como un fisioterapeuta, para desarrollar un plan de rehabilitación que incluya ejercicios específicos para tu lesión. La fisioterapia activa puede ayudar a mantener la fuerza muscular, mejorar la movilidad y reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo.
3. La importancia de la recuperación de las capacidades físicas básicas
La rehabilitación no sólo busca aliviar el dolor; su objetivo principal es restaurar y mejorar las capacidades físicas afectadas por la lesión.
Trabajar en la recuperación de la fuerza muscular y la estabilidad articular es crucial. La aplicación de ejercicios de resistencia progresiva, de control neuromuscular, y la recuperación de la movilidad articular completa a través de técnicas específicas, puede marcar la diferencia en la calidad de la recuperación.
La supervisión continua por parte de profesionales de la salud es esencial. Ajustar tu programa de rehabilitación según tu progreso, garantiza que cada fase de recuperación se aborde de manera efectiva. Aspecto clave para prevenir futuras lesiones.
4. No tener dolor no implica que estés preparado para volver a competir
Uno de los errores más frecuentes es asumir que la ausencia de dolor significa que estás completamente recuperado y listo para volver a practicar deporte con normalidad. El dolor puede ser un indicador importante, pero no es la única señal que marca tu estado físico actual.
Es esencial someterse a test y evaluaciones regulares que te informen de tu nivel y estado actual. De movilidad, de fuerza, de control neuromuscular. También de indicadores específicos de tu deporte específico (el running, el pádel, o cualquiera que sea la actividad deportiva que practiques).
Y cómo ya te hemos contado anteriormente, debes progresar y completar etapas basadas en objetivos específicos, así como consultar con profesionales de la salud, como fisioterapeutas o médicos deportivos, antes de volver a darlo todo en el terreno de juego.
Antes de ‘probar’ si estás preparado, toma una decisión informada y asegúrate estás verdaderamente preparado para enfrentar las demandas competitivas.
5. La importancia de una vuelta progresiva y segura
La ansiedad por regresar al deporte es comprensible, pero apresurarse puede tener graves consecuencias.
La vuelta al juego debe ser progresiva. Comienza con ejercicios de bajo impacto, enfocados en la técnica y la forma adecuada. A medida que te sientas más fuerte y seguro, introduce gradualmente actividades más intensas.
No subestimes el papel de la paciencia en este proceso. Escucha a tu cuerpo y no ignores las señales de fatiga o dolor. No se trata de un enfoque basado en el ‘ensayo-error’. Retornar a la práctica de forma gradual no sólo reduce el riesgo de recaídas, sino que también fortalece tu cuerpo, preparándolo para entrenamientos más intensos en el futuro.
Si te encuentras en proceso de recuperación de una lesión, cada pequeño paso cuenta. Nuestros profesionales cuentan con una amplia experiencia en la recuperación de lesiones deportivas, ayudando a deportistas profesionales y amateurs a enfrentar sus desafíos.
¡No esperes más, y agenda ahora tu consulta!
CARMASALUD | Centro Clínico e Investigador
Autor del artículo: Juanan Hernández, Fisioterapeuta y preparador físico (CCAFYD)