FISIOTERAPIA ONCOLÓGICA | TRATAMIENTO PERSONALIZADO Y EJERCICIO ADAPTADO PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DURANTE LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER

Durante el mes de febrero se celebran internacionalmente el Día Mundial contra el Cáncer y el Día Internacional del Cáncer Infantil, los días 4 y 15 de febrero, respectivamente.

El cáncer emerge como un desafío importante que afecta a millones de vidas en todo el mundo. Con diversas formas y manifestaciones, esta enfermedad deja una huella imborrable en la vida de pacientes y familiares. La magnitud de este problema de salud no puede subestimarse, y es imperativo abordarlo con una urgencia renovada y una determinación inquebrantable.

La investigación es esencial para avanzar hacia tratamientos más efectivos y, en última instancia, hacia la prevención. Cada avance en la investigación del cáncer es un paso más cerca de descifrar sus misterios y proporcionar respuestas cruciales que impactarán positivamente en la vida de innumerables personas.

A medida que la medicina avanza, surge una comprensión más profunda de la importancia de abordar no sólo los aspectos médicos del tratamiento, sino también el bienestar físico y emocional de los pacientes oncológicos.

En este contexto, la fisioterapia emerge como una aliada vital, desempeñando un papel esencial en la mejora de la calidad de vida de aquellos que enfrentan esta enfermedad.

En este artículo, exploraremos la importancia de la fisioterapia, destacando especialmente cómo el ejercicio se convierte en un componente esencial durante el proceso de tratamiento.

¿Qué es la Fisioterapia Oncológica y por qué es fundamental?

La fisioterapia oncológica se centra en abordar las necesidades físicas de los pacientes que luchan contra el cáncer. A medida que la enfermedad y los tratamientos impactan el cuerpo, la fisioterapia se convierte en una herramienta valiosa para mitigar los efectos secundarios y mejorar la funcionalidad.

La fisioterapia va más allá de la rehabilitación convencional; en el contexto oncológico, se convierte en una herramienta integral para abordar los desafíos físicos que surgen durante y después del tratamiento.

Los pacientes a menudo experimentan efectos secundarios como fatiga, debilidad muscular, pérdida de movilidad y problemas de equilibrio debido a la enfermedad misma o a las terapias agresivas como la quimioterapia y la radioterapia.

La fisioterapia trabaja para contrarrestar estos efectos, ayudando a preservar la movilidad, reducir el dolor y mejorar la función física.

El papel vital de la fisioterapia manual en los pacientes con cáncer

La fisioterapia manual se erige como una aliada crucial en la atención integral y la gestión del dolor en pacientes oncológicos.

Los efectos secundarios de algunos tratamientos oncológicos pueden llevar a la tensión muscular, la pérdida de amplitud de movimiento y la rigidez en las articulaciones. La fisioterapia manual se enfoca en restaurar la funcionalidad normal, utilizando técnicas como estiramientos suaves, movilizaciones articulares y técnicas sobre tejidos blandos, para disminuir el dolor, así como mejorar la flexibilidad y la movilidad.

Además, la fisioterapia manual va más allá de la esfera física, contribuyendo también al bienestar emocional de los pacientes. El contacto humano positivo y respetuoso durante las sesiones de fisioterapia puede tener un impacto significativo en la calidad de vida, la reducción del estrés y la ansiedad asociados con el tratamiento del cáncer.

Resulta esencial que los fisioterapeutas evalúen cuidadosamente el estado físico del paciente, sus limitaciones y objetivos para diseñar un plan de tratamiento personalizado. Esta atención individualizada garantiza que el tratamiento sea seguro y efectivas para cada uno de los pacientes.

El rol del ejercicio en la Fisioterapia Oncológica

El ejercicio, en el contexto de la fisioterapia oncológica, se revela como un componente transformador.

El ejercicio ayuda a mantener y mejorar la fuerza muscular, la flexibilidad y la resistencia, contrarrestar la fatiga y mejorar el estado de ánimo. Además, se ha observado que puede reducir el riesgo de recurrencia en ciertos tipos de cáncer.

Los programas de ejercicio personalizados, diseñados y supervisados por fisioterapeutas especializados, pueden adaptarse a las capacidades y necesidades específicas de cada paciente. Aunque pueda parecer contradictorio en medio de tratamientos agresivos, el ejercicio adaptado a las capacidades individuales del paciente ha demostrado ser beneficioso en varios aspectos:

  • Mejora de la resistencia física: El ejercicio gradual y supervisado puede ayudar a combatir la fatiga, uno de los efectos secundarios más comunes de la terapia oncológica. Aumentar la resistencia física contribuye significativamente a la capacidad del paciente para enfrentar los desafíos diarios.
  • Preservación de la movilidad: La inmovilidad puede conducir a la rigidez y la pérdida de movilidad. La fisioterapia incorpora ejercicios específicos para preservar la amplitud de movimiento, evitando la atrofia muscular y mejorando la funcionalidad.
  • Gestión del dolor: El ejercicio controlado puede contribuir a la liberación de endorfinas, reduciendo así la percepción del dolor. Este enfoque integral no solo aborda el aspecto físico sino también el bienestar emocional.
  • Apoyo emocional y mental: La práctica regular de ejercicio dentro del plan de fisioterapia no sólo impacta positivamente en el cuerpo, sino que también tiene beneficios significativos en la salud mental. La sensación de logro, el control sobre el propio cuerpo y la distracción positiva son elementos clave.

La clave: Planificación profesional del programa de tratamiento

Si bien la fisioterapia y el ejercicio es beneficioso, la planificación del programa debe ser realizada por un profesional de la salud, específicamente un fisioterapeuta especializado. Cada paciente es único, y sus necesidades físicas varían en función del tipo de cáncer, el estadio de la enfermedad y los tratamientos recibidos.

  • Evaluación individualizada: Un fisioterapeuta especializado realiza una evaluación exhaustiva del estado físico del paciente, teniendo en cuenta su historial médico, sus limitaciones y metas.
  • Diseño de programa personalizado: Basándose en la evaluación, el fisioterapeuta elabora un plan de tratamiento personalizado que aborda las necesidades específicas del paciente. Esto puede incluir ejercicios de resistencia, flexibilidad, equilibrio y aeróbicos adaptados a la capacidad de cada individuo.
  • Supervisión continua: La supervisión regular por parte del fisioterapeuta garantiza que el programa se ajuste según sea necesario. Esto es crucial, ya que la tolerancia al ejercicio puede cambiar a lo largo del tratamiento.
  • Educación del paciente: Además de la implementación del programa, el fisioterapeuta educa al paciente sobre la importancia del ejercicio, brindándole las herramientas y el conocimiento necesario para continuar con la actividad física de manera segura y efectiva.
  • Colaboración multidisciplinar para una atención integral: La fisioterapia se integra de manera efectiva en un enfoque multidisciplinar para el tratamiento del cáncer. Colaborando estrechamente con oncólogos, enfermeros y otros profesionales de la salud, los fisioterapeutas pueden ajustar sus intervenciones según las necesidades cambiantes del paciente durante el curso del tratamiento

Conclusión:

La fisioterapia emerge como un componente esencial en la atención integral de pacientes con cáncer, brindando a los pacientes oncológicos el apoyo necesario para afrontar los desafíos físicos y emocionales asociados con la enfermedad.

La inclusión del ejercicio dentro del tratamiento de fisioterapia no sólo es beneficiosa, sino esencial. El énfasis en el ejercicio adaptado a las capacidades individuales no sólo contribuye a la recuperación física, sino que también promueve un aumento en la calidad de vida.

La clave radica en la planificación y supervisión profesional. Al confiar en fisioterapeutas especializados, no sólo maximizamos los beneficios físicos y emocionales, sino que también garantizamos la seguridad y adaptabilidad del programa en cada etapa del tratamiento.

En última instancia, la fisioterapia se presenta como un pilar fundamental en el camino hacia la superación del cáncer, proporcionando a los pacientes las herramientas necesarias para enfrentar este desafío con fortaleza y determinación.

En CARMASALUD, contamos con un equipo de profesionales altamente capacitados y especializados, y una metodología y filosofía de trabajo basada en una atención integral, personalizada y actualizada.

CARMASALUD | Centro Clínico e Investigador

Autor del artículo: Juanan HernándezFisioterapeuta y preparador físico (CCAFYD)

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