ROMPIENDO MITOS | ¿LA LECHE DESNATADA ES REALMENTE MÁS SALUDABLE?

En la sociedad actual, hay un temor creciente hacia las grasas en los alimentos, lo que ha llevado a que la leche entera sea reemplazada por versiones más bajas en grasa, como la leche semidesnatada y desnatada. 

Sin embargo, es importante desmitificar la idea de que todas las grasas son perjudiciales para la salud. De hecho, la grasa desempeña un papel importante en la nutrición y, en el caso de la leche, la hace más nutritiva y favorece la absorción de calcio y vitaminas liposolubles.

La leche desnatada, que apenas aporta grasa y es más baja en calorías que la leche entera, ha ganado muchos seguidores, especialmente entre aquellos que buscan perder peso. Sin embargo, es crucial recordar que la leche entera no solo contiene más nutrientes, sino que también tiene un sabor más rico y satisfactorio.

Veamos los diferentes tipos de leche según su composición:

  1. Leche entera: Contiene el mayor contenido de grasa láctea, con un mínimo de 3,2 gramos por cada 100 gramos de producto. Es más calórica y tiene un mayor porcentaje de colesterol en comparación con la leche semidesnatada o desnatada. Sin embargo, también proporciona nutrientes esenciales.
  1. Leche semidesnatada: Presenta un contenido graso reducido, oscilando entre 1,5 y 1,8 gramos por cada 100 gramos de producto. Debido a la reducción de grasa, tiene un sabor más suave, pero también puede perder valor nutritivo al eliminarse las vitaminas liposolubles A y D junto con la grasa.
  1. Leche desnatada: Conserva todos los nutrientes de la leche entera, excepto la grasa, el colesterol y las vitaminas liposolubles. A menudo, se enriquece con vitaminas adicionales para compensar estas pérdidas.

Es importante mencionar que existen estudios que respaldan el consumo de leche entera, argumentando que no contribuye a la obesidad, el sobrepeso ni la diabetes, e incluso puede ayudar a prevenirlas. 

Por lo tanto, la elección entre la leche entera y las opciones desnatadas dependerá de tus preferencias personales. Si no te gusta el sabor fuerte de la leche entera, es posible que optar por las opciones desnatadas o semidesnatadas sea más adecuado para ti. Sin embargo, si el factor principal es el control de peso, a pesar de su menor aporte calórico, la ciencia respalda que el consumo de leche entera no se asocia con la obesidad y, además, es más nutritiva.

En resumen, es importante romper el mito de que las versiones desnatadas son mejores o más saludables que la leche entera o semidesnatada. La elección dependerá de tus preferencias y objetivos individuales, pero recuerda que la grasa en la leche no debe ser temida, ya que desempeña un papel importante en una dieta equilibrada.

Si después de leer este artículo aún te sientes indeciso sobre qué tipo de leche es el más adecuado para ti, u otras dudas sobre nutrición, te invitamos a buscar el apoyo de nuestro especialista. 

Nuestra nutricionista está capacitada para evaluar tus necesidades individuales, metas de salud y preferencias personales, brindándote recomendaciones personalizadas y basadas en evidencia científica. 

Podrás recibir una asesoría integral que te ayudará a entender mejor las opciones disponibles y a tomar decisiones informadas sobre tu alimentación. Además, te brindará herramientas y consejos prácticos para que puedas disfrutar de una dieta equilibrada, adaptada a tus necesidades y objetivos.

No dudes en agendar una consulta hoy mismo, y da el primer paso hacia una alimentación consciente y equilibrada.

CARMASALUD | Centro Clínico e Investigador

Autora del artículo: Belén Campillo, Dietista-Nutricionista

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