Hoy vamos a hablar de una de las prácticas deportivas más populares, el running.
¿Quién no se ha planteado empezar a correr?, ¿sabemos todo lo necesario para hacerlo de forma correcta y prevenir lesiones?
Lo primero en lo que debemos pensar antes de iniciarnos en la carrera es en el calzado que vamos a utilizar. Para hacer una buena elección debemos tener presentes las siguientes características:
- Protección.
- Flexibilidad y ligereza: es importante que el calzado que utilicemos nos facilite los movimientos fisiológicos del pie. Esto no quiere decir, que tengamos que buscar un calzado demasiado flexible, sino uno que esté en equilibrio con la sujeción del pie (siempre acordonado) y que ofrezca estabilidad a nuestras articulaciones.
- Transpirabilidad: evitar materiales que aumenten fricción o sudor nos prevendrá de posibles lesiones dérmicas como ampollas o micosis.
- Amortiguación: es necesario que cuente con una buena suela, con mayor grosor en el retropié que en el antepié para facilitar la fase de despegue de nuestros pies y paliar el microtraumatismo repetitivo contra el suelo.
Una buena reflexión es, no dejarnos llevar por todos los “expertos” que saldrán a nuestro encuentro en nuestros inicios como runners. El calzado deportivo siempre ha de ser neutro. Las técnicas de venta de los últimos años han conseguido que muchos deportistas se lesionen por la utilización de zapatillas incorrectas. Si una pisada necesita acomodación debe ser siempre con unas ortesis plantares hechas a medida por un podólogo que, previamente nos haya hecho un estudio biomecánico de miembros inferiores.