La fisioterapia cuenta con una herramienta imprescindible para el tratamiento de las afecciones musculoesqueléticas, esta es el ejercicio terapéutico.
¿Qué es el ejercicio terapéutico?
La definición de ejercicio terapéutico por Kisner & Colby (2007) es “la ejecución sistemática y planificada de movimientos corporales, posturas y actividades físicas con el propósito de que el paciente disponga de medios para a) corregir o prevenir alteraciones, b) mejorar, restablecer o potenciar el funcionamiento físico, c) prevenir o reducir factores de riesgo para la salud, d) optimizar el estado general de la salud, el acondicionamiento físico o la sensación de bienestar.
Los programas de ejercicio terapéutico tienen un carácter individual y personalizado según las necesidades del paciente. Y utilizan herramientas en base a las cualidades interrelacionadas del funcionamiento físico.
La acción del ejercicio terapéutico es la realización de actividad física individualizada, planificada, y supervisada por un profesional sanitario. Diferenciamos la actividad física en sujetos sanos, que puede ser supervisada por un profesional de la actividad física y el deporte (INEF, CAFyD, TAFAD), a la realizada en pacientes, que es competencia de los profesionales sanitarios.
No son pocos los beneficios de realizar actividad física. Entre otros, la OMS enumera los siguientes:
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Reducción del riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer de mama y colon, depresión y caídas.
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Mejora la salud ósea y funcional.
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Es determinante para los programas de pérdida y control del peso.
La realización de actividad física también ayuda en la prevención y disminución del dolor de las afecciones musculoesqueléticas (dolores articulares, musculares, artrosis…) tanto sub-agudas como crónicas. Esto se debe a que esta desencadena procesos fisiológicos analgésicos a través de la liberación de diferentes sustancias y hormonas.
Por ello algunos expertos llaman a la actividad física “La polipíldora”. Pero hay que tener en cuenta que no es una píldora de acción inmediata, si no que implica continuidad, y esfuerzo.
Así pues, si padeces dolor musculoesquelético el ejercicio terapéutico puede ser el tratamiento que necesites. Puedes ser asesorado por nuestros profesionales. ¡MUÉVETE, VENCE A TU DOLOR!