CÓMO SUPERAR EL DOLOR LUMBAR: ROMPIENDO 10 MITOS COMUNES

El dolor lumbar constituye la principal causa de discapacidad a nivel mundial y frecuentemente se asocia con tratamientos costosos e ineficaces, que en ocasiones pueden resultar perjudiciales.

Las creencias erróneas sobre el dolor lumbar están directamente vinculadas con niveles más altos de dolor, discapacidad, absentismo laboral, uso de medicamentos y búsqueda de atención médica.

Estos mitos, o creencias inútiles, son comunes tanto en personas con dolor lumbar como en aquellas que no lo padecen, y pueden ser reforzados por los medios de comunicación. En el presente artículo, identificamos algunos mitos comunes y te ofrecemos información clara y fácil de entender sobre el dolor lumbar.

Diez mitos (inútiles) sobre el dolor lumbar

MITO 1 | El dolor lumbar suele ser una condición médica grave. Aunque el dolor lumbar persistente puede resultar angustiante y muy discapacitante, rara vez reviste peligro.

El dolor lumbar no es una condición médica grave que ponga en peligro la vida.

MITO 2 | El dolor lumbar se volverá persistente y empeorará con el tiempo. El envejecimiento no es una causa del dolor lumbar. La creencia generalizada de que el envejecimiento empeora el dolor lumbar no está respaldada por la investigación. Los tratamientos basados en evidencia pueden ser efectivos a cualquier edad.

✅ La mayoría de los episodios de dolor lumbar mejoran y no empeoran con la edad.

MITO 3 | El dolor lumbar persistente siempre está relacionado con daño en los tejidos. El dolor lumbar persistente rara vez se asocia con daño grave en los tejidos. En muchos casos, el dolor lumbar comienza sin lesiones, a partir de movimientos cotidianos. Estos episodios pueden estar relacionados con otros factores como el estrés, la tensión, la fatiga, la inactividad física o la realización de actividades inusuales, lo que vuelve a la espalda más sensible al movimiento y a la carga.

Una mentalidad negativa, el comportamiento de evitación por miedo, las expectativas de recuperación negativas y los malos comportamientos para lidiar con el dolor están más fuertemente asociados con el dolor persistente que el daño en los tejidos.

MITO 4 | Siempre se necesitan pruebas de imagen para detectar la causa del dolor lumbar. Las pruebas de imagen, como radiografías o resonancias magnéticas, raramente revelan la causa del dolor lumbar. Estas exploraciones son útiles solo en casos muy específicos. Algunos diagnósticos pueden sonar alarmantes en los informes de estas pruebas, como protusiones discales, degeneración, hernias, artritis, etc. Sin embargo, estos hallazgos son también comunes en personas sin dolor lumbar, y no predicen cuánto dolor se siente ni cuánto afectan las actividades diarias.

Las pruebas de imagen, como radiografías o resonancias magnéticas, no determinan el pronóstico del episodio actual de dolor lumbar, la probabilidad de discapacidad futura y no mejoran los resultados clínicos.

MITO 5 | El dolor relacionado con el ejercicio y el movimiento siempre indica daño en la columna y es una señal para detenerse o modificar la actividad. Cuando se padece dolor lumbar, es común que la columna vertebral y los músculos circundantes sean muy sensibles al tacto y al movimiento. Sentir dolor durante el movimiento no significa que se esté causando daño, sino que refleja la sensibilidad de estas estructuras. Por lo tanto, experimentar algo de dolor al comenzar a moverse y hacer ejercicio después de un episodio de dolor lumbar es normal y generalmente se calma con el tiempo a medida que se vuelve más activo. De hecho, el ejercicio y el movimiento son unas de las formas más efectivas de tratar el dolor lumbar.

El ejercicio y el movimiento graduales en todas las direcciones son seguros y beneficiosos para la columna vertebral.

MITO 6 | El dolor lumbar se debe a una mala postura al sentarse, estar de pie o levantar objetos. La mala postura no es la causa del dolor lumbar. La forma en que te sientas, estás de pie o te inclinas tampoco provoca dolor lumbar, a pesar de que estas actividades puedan resultar dolorosas. ‘La mejor postura es aquella que menos dura’.

La postura de la columna al sentarse, estar de pie y levantar no predice la aparición de dolor lumbar ni su persistencia.

MITO 7 | El dolor lumbar es causado por una musculatura del ‘core’ débil, y tener un ‘core’ fuerte protege contra el dolor lumbar futuro. La debilidad de los músculos del ‘core’ no es causa del dolor lumbar. De hecho, las personas con dolor lumbar suelen tensar sus músculos del ‘core’ como respuesta protectora. Aunque es importante mantener fuertes estos músculos cuando es necesario, estar tensos todo el tiempo no es útil. Recuperar el control neuromuscular, reeducar el movimiento y aprender a activar y relajar la musculatura durante las tareas cotidianas puede ser una estrategia útil en el tratamiento.

Un ‘core’ débil no causa dolor lumbar y algunas personas con dolor lumbar tienden a tensar demasiado su musculatura. Si bien es bueno mantener fuertes los músculos del tronco, también es útil saber controlarlos y relajarlos cuando no se necesitan.

MITO 8 | La carga repetida en la columna conduce al ‘desgaste’ y daño en los tejidos. Así como levantar pesas fortalece los músculos, el movimiento y la carga fortalecen y hacen más saludable la espalda, siempre y cuando se realicen de forma controlada y gradual.

El movimiento y la carga de la columna son seguros y aumentan la resistencia estructural cuando se gradúan.

MITO 9 | Padecer dolor es una señal de daño en los tejidos y por lo tanto requiere guardar reposo. Experimentar episodios de dolor no indica daño en los tejidos y, por lo tanto, no requiere reposo absoluto. Aunque los episodios de dolor pueden ser discapacitantes, por lo general no están relacionados con daño en los tejidos. Existen otros desencadenantes comunes, como la sobrecarga, el estrés, la tensión, la inactividad o la realización de actividades inusuales. Controlar estos factores puede ayudar a prevenir agravamientos. Si se presenta un episodio de dolor lumbar, en lugar de descansar completamente, intenta mantener la calma y continúa moviéndote de forma progresiva, realizando actividades diarias según tu tolerancia.

Los episodios de dolor están más relacionados con cambios en la actividad, el estrés y el estado de ánimo que con daño estructural.

MITO 10 | Tratamientos como medicamentos fuertes, inyecciones y cirugía son efectivos y necesarios para tratar el dolor lumbar. Las inyecciones, la cirugía y los medicamentos fuertes generalmente no constituyen una cura para el dolor lumbar, ya que no son opciones de tratamiento muy efectivas a largo plazo para el dolor lumbar persistente. Además, conllevan riesgos y pueden tener efectos secundarios perjudiciales. La fisioterapia y el ejercicio son opciones eficaces y económicas, con un riesgo asociado muy bajo.

El tratamiento efectivo para el dolor lumbar es relativamente económico y seguro. Esto incluye: fisioterapia y ejercicio, fomentar una mentalidad positiva y educar a las personas para optimizar sus hábitos y estilo de vida (participar en actividades físicas, sociales, mantener hábitos de sueño saludables y mantener un peso corporal adecuado mediante una alimentación saludable).

¿Qué impacto tienen los mitos y creencias en los comportamientos de las personas con dolor lumbar?

Los mitos o creencias inútiles pueden generar comportamientos perjudiciales como:

  • Evitar posturas normales de la columna, el movimiento o actividades significativas, como la práctica de actividad física, actividades sociales, o tareas diarias y laborales.
  • Generar comportamientos protectores, como moverse de forma lenta y cautelosa o tensar la musculatura para evitar el movimiento.
  • Preferir intervenciones médicas y/o invasivas, intentando aliviar los síntomas a través de la farmacología o las terapias pasivas, o corrigiendo supuestas estructuras dañadas mediante la cirugía.
  • Fomentar una mentalidad negativa, llevando a una vigilancia constante del dolor, miedo a participar en actividades y preocupaciones por el futuro.

Tomar en consideración las preocupaciones, los miedos y las creencias de los pacientes respecto al dolor lumbar representa una oportunidad para educar a las personas y fomentar una mentalidad positiva frente a esta condición.

Esto puede ayudar a reducir el miedo, aumentar la autoeficacia y permitir que los pacientes tomen decisiones más informadas sobre su cuidado, contribuyendo así a reducir la discapacidad y la carga económica asociada con el dolor lumbar tanto para los individuos afectados como para la sociedad en su conjunto.

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CARMASALUD | Centro Clínico e Investigador

Autor del artículo: Juanan HernándezFisioterapeuta y preparador físico (CCAFYD)

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