Se trata de una patología en la que aparece dolor en la cara lateral de la cadera (trocánter mayor del fémur) que incluso se irradia por el lateral del muslo llegando a veces hasta la rodilla. Además, presenta puntos sensibles y dolorosos a la palpación en dicho recorrido.
Esta sintomatología se ve incrementada al realizar alguna actividad física como correr, al estar tumbado sobre el lado afecto o al subir escaleras. No obstante, en casos más avanzados pueden aparecer síntomas al estar de pie o sentados con piernas cruzadas durante largos periodos.
Es una patología relativamente común en la población (10-25%), aunque se da con mayor frecuencia en mujeres corredoras de fondo de más de 40 años. También es más probable en gente con patología de rodilla o tobillo y pie.
Antiguamente, se le denominaba a esta patología trocanteritis o bursitis trocantérica ya que se pensaba que el responsable de este dolor era la inflamación de una bursa (una bolsa llena de líquido situada entre trocánter mayor y la musculatura glútea para reducir la fricción entre ambas superficies). Es por esto que el tratamiento médico ha sido durante muchos años la infiltración de corticoesteroides en dicha zona para reducir la inflamación.
No obstante, últimos estudios han demostrado que dicha inflamación de la bursa aparece en la minoría de pacientes, siendo las principales causas de dolor: el acortamiento, fatiga o debilidad y tendinopatías de los músculos cuya inserción o trayectoria pasa por el trocánter mayor, como puede ser la musculatura glútea o la cintilla iliotibial.
Es por eso que la patología ha pasado a denominarse actualmente Síndrome doloroso del trocánter mayor.
Siendo esto así, el paciente puede beneficiarse del servicio fisioterapéutico para tratar dicha patología, pudiendo a su vez evitar o retrasar las infiltraciones. De hecho, un estudio realizado con pacientes que sufren esta patología, obtiene resultados similares en cuanto a disminución del dolor y aumento de movilidad de cadera al realizar punción seca en los músculos afectos frente a las infiltraciones.
En CARMASALUD contamos con un excelente equipo médico, que a través de la ecografía, podrá valorar que estructura está afectada, y así recibir el tratamiento más efectivo para su caso. En el caso de sufrir una bursitis, la infiltración ecoguiada, será el tratamiento de elección, obteniendo resultados muy superiores a las infiltraciones sin guía ecográfica, aunque como hemos comentado antes, esto ocurre en la minoría de los casos.
