DOLOR CRANEOFACIAL: la relación entre el dolor cervical, cabeza y cara.

Es posible que cómo paciente hayas experimentado más de una vez dolor de cuello o cervical y a su vez, dolor de cabeza (por la zona de las sienes, detrás de la cabeza, etc.). Aunque es cierto que existen numerosas fuentes distintas susceptibles de generar dolor de cabeza, una de ellas es la columna cervical (tanto de origen articular, como muscular y neural) denominándose dolores craneofaciales, donde pueden hallarse trastornos como la cefalea cervicogénica.

Las cefaleas, el dolor de cuello y los trastornos temporomandibulares (TCM) son trastornos muy relacionados. Varios estudios han informado que los signos y síntomas se superponen entre los pacientes con TCM, cefaleas y dolor en el cuello respectivamente. Además, se ha demostrado que el dolor de cuello se asocia con los TCM y que la gravedad de estos está directamente relacionada con el dolor cervical.

Existen gran cantidad de estructuras cervicales capaces de generar dolor referido (presente en otras zonas además de localmente) a la zona craneofacial, entre las cuales destacan:

– Causa muscular: puntos gatillo miofasciales de la musculatura como trapecio (en sus fibras superiores e inferiores), esplenio, suboccipitales, esternocleidomastoideo son causantes de dolor craneofacial en distintas zonas.

– Causa articular: articulación entre C1-C2 (primera y segunda vértebras cervicales), articulaciones zigoapofisiarias de C2-C3 (articulaciones específicas de las propias vértebras) y disco intervertebral de C2-C3. Esto se debe a las aferencias sensitivas procedentes de dichas estructuras, que coinciden en su recogida a través del sistema neurológico con la información craneofacial.

– Causa neurológica: el nervio trigémino presente en la inervación motora y sensitiva de la cabeza y cara posee varios núcleos. Su núcleo más inferior coincide con las aferencias sensitivas de C2-C3 y C4 (2ª, 3ª y 4ª vértebra cervical). Por ello, una sensibilización a nivel cervical puede llevar a dolor craneofacial y viceversa. Por otro lado, el nervio Occipital Mayor y Menor, pueden también generar dolores de cabeza característicos por generar dolor posterior o en la zona capilar.

El bruxismo, uno de los fenómenos que clásicamente se asociada a dolor cervical podría confirmar esta relación existente entre el nervio trigémino y la columna cervical. Sin embargo, esta relación es débil. Según el último congreso de expertos celebrado en 2018, el bruxismo no puede ser tratado como una patología. Es una entidad dual, que puede actuar como factor preventor y como un factor de riesgo para sufrir dolor craneofacial. Es decir, asumir que el dolor craneofacial es sólo debido al bruxismo no es correcto.

Es importante destacar, que no todos los dolores de cabeza provienen de la columna cervical y una valoración es fundamental para la toma de decisiones. La mayoría de estas sensibilizaciones (apariciones de dolor) no son debidas a alteraciones estructurales (hernias, protusiones …), si no que se producen por las demandas del día a día o hábitos diarios como por ejemplo, trabajar con ordenador y no realizar actividad o ejercicio físico, factores psicosociales (estrés, ansiedad…).

Cualquiera de las tres causas destacadas anteriormente y en general el dolor craneocervical, son reversibles y prevenibles con un tratamiento multimodal (terapia manual, ejercicio terapéutico, educación terapéutica entre otro tipo de intervenciones), siempre y cuando no exista presencia de un alteración que pueda considerarse una bandera roja por la que se realizaría una derivación a profesionales médicos.

Desde CARMASALUD recomendamos una valoración fisioterápica o inclusive multidisciplinar para detectar la causa del problema, así como los aspectos a trabajar relacionados con el dolor cervical y craneofacial con el objetivo de conseguir la mejoría de los pacientes.

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