Introducción
La fascitis plantar es una de las causas más frecuentes de dolor en el talón. Este problema aparece cuando la fascia plantar, una banda de tejido fibroso que va desde el hueso del talón hasta los dedos, se inflama debido a la sobrecarga.
Es una lesión muy común en adultos, especialmente entre los 40 y 60 años, corredores, personas activas y quienes pasan muchas horas de pie. El dolor característico suele sentirse con intensidad al dar los primeros pasos por la mañana o tras un periodo de reposo, y puede limitar significativamente la vida diaria.
En este artículo encontrarás información clara y completa sobre la fascitis plantar: síntomas, causas, diagnóstico, tratamiento, prevención y consejos prácticos para aliviar el dolor y recuperar la calidad de vida.
¿Qué es la fascitis plantar?
La fascitis plantar es la inflamación de la fascia plantar, un tejido que actúa como amortiguador del impacto y sostiene el arco del pie. Cuando esta estructura se somete a una tensión excesiva o repetida, puede sufrir pequeñas lesiones que desencadenan dolor e inflamación.
Se estima que hasta el 10% de la población sufrirá fascitis plantar en algún momento de su vida. Es más frecuente en:
- Personas que practican running o deportes de impacto.
- Quienes permanecen mucho tiempo de pie en superficies duras.
- Pacientes con sobrepeso o cambios de peso bruscos.
- Personas con alteraciones biomecánicas en el pie (arcos muy altos, pies planos o pisada anómala).
Síntomas de la fascitis plantar
Los síntomas más comunes son:
- Dolor agudo en el talón, sobre todo en la parte interna. Es más intenso al levantarse por la mañana o tras estar sentado mucho tiempo.
- Rigidez matinal: mejora al caminar unos minutos, aunque puede reaparecer con la actividad prolongada.
- Dolor tras el ejercicio o estar de pie durante horas.
- Sensibilidad al presionar la zona del talón.
- En algunos casos, dolor a lo largo del arco plantar.
El dolor suele empezar de forma gradual, aunque también puede aparecer tras un esfuerzo puntual, como una sesión intensa de carrera o un salto.
Causas de la fascitis plantar
La fascitis plantar es multifactorial, es decir, suele deberse a una combinación de factores. Entre los principales:
Factores mecánicos
- Pies planos o arcos muy altos.
- Alteraciones en la pisada (pronación excesiva).
Factores externos
- Uso de calzado inadecuado (chanclas planas, zapatos sin amortiguación, deportivas gastadas).
- Deportes de impacto como correr, bailar o saltar.
- Estar de pie muchas horas en superficies duras.
Factores individuales
- Sobrepeso u obesidad.
- Edad entre 40 y 60 años.
- Rigidez en los gemelos o en el tendón de Aquiles.
El aumento de la actividad física en verano y el uso de sandalias poco estructuradas hacen que la fascitis plantar sea más frecuente en esta época del año.
Diagnóstico de la fascitis plantar
El diagnóstico suele hacerse con la historia clínica y la exploración física. El especialista presiona el talón y la fascia para identificar el dolor típico.
En la mayoría de los casos no hacen falta pruebas de imagen. Sin embargo, la ecografía puede mostrar engrosamiento de la fascia y descartar otras lesiones.
Es importante diferenciar la fascitis plantar de otras causas de dolor de talón, como el espolón calcáneo, fracturas por estrés o neuropatías.
Tratamiento de la fascitis plantar
La buena noticia es que la mayoría de los casos mejoran con tratamiento conservador. La recuperación puede tardar entre 3 y 6 meses, y requiere constancia.
Tratamientos iniciales
- Reposo relativo: evitar actividades de impacto (correr, saltar) y sustituirlas por otras de bajo impacto (natación, bici).
- Aplicar hielo 15 minutos, 3 veces al día. Una técnica eficaz es rodar una botella de agua congelada bajo el pie.
- Masajes y automasajes: con pelota de tenis o los dedos para relajar la fascia.
- Estiramientos diarios de gemelos, sóleo y fascia plantar.
Fisioterapia
La fisioterapia es clave en el tratamiento. Incluye:
- Ejercicios específicos de estiramiento y fortalecimiento.
- Terapias manuales para aliviar el dolor y liberar la tensión.
- Técnicas avanzadas como la electrólisis percutánea intratisular (EPI®), que ha demostrado eficacia en fascitis crónicas.
- Ondas de choque extracorpóreas en casos resistentes.
Plantillas y calzado
- Plantillas ortopédicas a medida para mejorar el apoyo del pie.
- Calzado con amortiguación y soporte de arco.
- Evitar caminar descalzo sobre superficies duras.
Prevención de la fascitis plantar
Prevenir es posible con hábitos sencillos:
- Usar calzado adecuado con amortiguación y soporte.
- Evitar el uso prolongado de chanclas planas.
- Estirar antes y después del ejercicio.
- Aumentar progresivamente la carga de entrenamiento.
- Mantener un peso saludable.
- Descansar y alternar posturas si se pasa mucho tiempo de pie.
Conclusión
La fascitis plantar es una lesión frecuente, pero con tratamiento adecuado tiene solución. Con el cuidado correcto, fisioterapia y cambios en los hábitos diarios, es posible volver a caminar sin dolor y prevenir recaídas.
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