TOXINA BOTULÍNICA EN EL TERCIO SUPERIOR
La toxina botulínica actúa inhibiendo las contracciones musculares, consiguiendo una parálisis muscular temporal. Tiene dos objetivos principales, en primer lugar, atenuar las arrugas de expresión del tercio superior del rostro, y en segundo lugar previene la formación de las mismas ya que retrasa el movimiento de los músculos retrasando su aparición.
Está técnica está indicado en zona frontal, patas de gallo y entrecejo.
El efecto de la toxina botulínica tiene una duración óptima temporal alrededor de 3 meses siendo del tercer al sexto mes el momento en el que va minimizando el efecto, por lo que se suele recomendar realizar el tratamiento 2 veces al año para conseguir unos resultados óptimos y que el efecto sea el deseado. El efecto máximo puede variar en función del paciente debido a la fuerza y la actividad de los músculos y factores como el metabolismo del paciente.
Enrojecimiento y hematomas en la zona tras la realización de las microinyecciones.
Puede producir ligero dolor de cabeza 1-2 días posteriores a la realización de la técnica.
Tras el tratamiento hay que evitar el ejercicio excesivo durante 24 horas, calor o frio extremos, adoptar una postura horizontal o mirar hacia abajo las primeras 4 – 6 horas, evitar saunas o piscinas, utilizar casco de moto, y el paciente evitará dar masajes en la zona para que la toxina difunda correctamente.